O pasado 14 de xullo publicouse no diario “El País” un artigo sobre o ouro, cuxo contido nos pareceu, a máis dunha persoa desta Rede, bastante lonxe da necesaria imparcialidade.
Reproducimos a continuación a carta enviada ao Defensor do lector en relación a ese artigo.
Como acordamos en conversación telefónica con Tomàs Delclós, el defensor del lector (esperemos que también de la lectora) de El País el pasado martes 16 de julio, envío este texto breve para intentar analizar aquellos aspectos del reportaje “El oro de España” (1) realizado por Guillermo Abril para El País Semanal del 14 de julio de 2013 que no satisfacen a un conjunto de personas vinculadas a las plataformas en contra de la megaminería contaminante del sur de Europa.
Una serie de aspectos que tampoco satisfacen a un buen número del público lector consultado que se mantiene sin embargo ajeno al problema de la megaminería.
Con los argumentos y enlaces que se enumeran se pretende demostrar cómo a pesar de la apariencia de ecuanimidad e imparcialidad, tanto el contenido como el estilo que predomina en el reportaje favorece los intereses de las grandes transnacionales mineras y financieras que en estos momentos acosan al sur de Europa. Entre otros muchos puntos de la geografía europea – la fiebre por el oro y por otros materiales como coltán, tierras raras, etc. con amplio espectro especulativo se extiende más allá de territorio español – la actualidad también pasa por una ofensiva brutal en territorio gallego, contanto como es habitual en estos casos con la complicidad de la administración (Xunta de Galicia) y medios de comunicación afines, entre los que pasamos a encontrar indirectamente y para nuestra sorpresa, a El País y por extensión al grupo PRISA.
En el momento de elaboración de este texto también se hallan en conocimiento del mismo la redacción de El País Galicia, a la que consultamos su idoneidad, en tanto que valoramos muy positivamente el seguimiento informativo que hasta la fecha se ha estado realizando de una problemática extradiornariamente compleja que abarca proyectos mineros muy dispares entre los que el de Corcoesto – Cabana de Bergantiños parece ocupar un puesto señalado dentro de los intereses de la compañía Edgewater, la Xunta de Galicia y La Voz de Galicia para empezar a abrir el territorio a una agresión sin precedentes.
Como se puede consultar en el plan sectorial que prepara la Xunta (2) (en el propio artículo se enlaza el proyecto de texto legal) cualquier espacio de territorio gallego queda expuesto de manera indiscriminada a los intereses de cualquier empresa minera con suficiente capital como para abordar sus proyectos, contando además con financiación pública puesto que la Xunta concede un valor “estratégico” a este supuesto sector económico: (3)
Los vínculos con la directiva de La Voz de Galicia parecen más que probables, (4), lo que ayudaría a explicar una línea editorial sin concesiones a todo aquel que simplemente ose cuestionar la bondad de Edgewater o cualquier compañía minera con intereses en Galicia, la actividad minera en su conjunto, la oportunidad, iniciativa o método de un gobierno aupado y protegido hasta la ceguera desde el primer momento por esta cabecera.
Nos resulta especialmente doloroso comprobar cómo la ausencia de coordinación entre el equipo de El País Semanal y las redacciones locales lleva al diario a incurrir en una política comunicativa incoherente. Si los artículos de la redacción gallega ofrecen una información actualizada, rigurosa, en la que se recogen todos los puntos de vista implicados de una manera desprejuiciada de tal modo que resulta imposible que ninguna de las partes implicadas en el conflicto de intereses pueda manifestar abandono o discriminación, no ocurre lo mismo con el reportaje – ¿el publireportaje megaminero? – elaborado por el EPS.
Los aspectos que a continuación se pasan a destacar pretenden ser una crítica a un estilo de periodismo en auge en los últimos tiempos. No se pretende criticar frontalmente el trabajo del periodista Guillermo Abril; sí por el contrario un estilo concreto, un modus operandi promovido por los intereses comunicativos actuales. Entendemos que Guillermo Abril realizó un trabajo tal y como se esperaba de él, posiblemente dedicando al reportaje mucho esfuerzo y gran parte de su tiempo, por lo que condenaríamos cualquier tipo de represalia laboral que se llegase a tomar en su contra.
Este texto pretende llegar más allá cuestionando ese “tal y como se esperaba de él”, intentando poner algo de luz sobre una serie de elementos claves a la hora de generar opinión pública y que quedan habitualmente opacados. Son estas aristas ignoradas las que consciente o inconscientemente ayudan a sesgar la realidad – especialmente en un momento de fuerte crisis económica- en favor de unos intereses que deberían ser ajenos a la práctica genuinamente periodística en tanto que ultrapasan la función básica por y para la que debería existir en exclusiva: la informativa.
Paso pues a enumerar los elementos más destacables.
(A)LOS TIEMPOS
Como bien indica Guillermo Abril en su redacción, este trabajo se realizó durante el mes de mayo (“a primera hora de una mañana de mayo”) si bien se publicaron meses más tarde. Encontramos otra referencia temporal cuando el periodista dice no poder contactar con los representantes de la Plataforma de Corcoesto (5) (“Cuando aterrizamos en el pueblo, los líderes de la Plataforma por la Defensa de Corcoesto se encuentran en Bruselas, denunciando la situación en el Parlamento Europeo”). Esta visita se produjo desde el 14 al 16 de mayo.
La imparcialidad que debe defender el diario queda en entredicho desde el mismo momento en que se retrasa tanto la publicación. El reportaje llega al lector, a la lectora desfasado y sin actualizaciones. Tan sólo se enlazan algunas – muy escogidas para mantener el mismo trato de favor a las compañías mineras y financieras- en la versión digital. La versión en papel resulta simplemente asfixiante al no existir elementos de contraste, algo que pesa en mucho en contra del artículo puesto que la lectura del suplemento se realiza aún mayoritariamente en esta versión.
Si, como bien recoge Abril, la puesta en marcha del proyecto depende de: “cómo sube y baja su precio [el del oro] a diario porque de esto depende la viabilidad del proyecto. Si siguen adelante y dinamitan (se trata de una mina a cielo abierto), o si abandonan en fase de exploración” nos encontraríamos ante un tema muy delicado en el que reportajes como el actual pueden ayudar a inclinar la balanza en uno u otro favor. Pueden, al tratarse del “burbujeante mercado del valor refugio”, “quizá el que más fluctúa” tener el impacto preciso para conseguir el repunte en bolsa (6)(7)de modo que se consiga el espaldarazo definitivo al proyecto, justo la ocasión que Edgewater busca en las últimas semanas (8)
Si la aparente coincidencia temporal dentro del guión previsto no lo fuese tanto, la credibilidad de El País quedaría una vez más afectada desde el comienzo de la crisis económica global.
Deliberadamente o no, El País se hace eco y participa activamente con este reportaje de la estrategia comunicativa orquestada por la Xunta de Galicia, por la que si en junio daba una aparente marcha atrás en las minas de Xinzo de Limia (9), en julio hace lo propio con la mina de Corcoesto (10), fingiendo una seriedad legal que sin embargo no llega a ejecutar pero que aspira a conseguir amortiguar el golpe entre la opinión pública en un momento de especial conmoción social (ataque virulento a la sanidad y educación públicas, sector naval, preferentes, desempleo alarmante, emigración, abusos en múltiples ámbitos, etc.) por lo que se intenta debilitar el frente común conseguido a lo largo de los últimos meses: (11).
(B) EL TÍTULO
¿Por qué se induce a creer desde el mismo comienzo que el oro que está en territorio español es realmente español? ¿Cómo se puede sostener este título si todas las compañías sin excepción son extranjeras y el capital proviene en su práctica totalidad de conglomerados bancarios / financieros de origen suízo, británico, francés y canadiense y el texto se centra casi en exclusiva en dar voz a la expresión minera de estos conglomerados?
Si al principio del texto se señala: “Eso que parece una culebra de magma es el oro de España” al final -¿cuántos lectores, cuántas lectoras profanos al tema llegarán realmente al final sin caer exhaustos por el aluvión de cifras, nombres y datos?- se remata con un “Y de allí lo envían a refinar a Suiza. Pero eso ya es otra historia.”
¡Por fin una verdad!
(C)CUESTIÓN DE CIFRAS
En un reportaje que incluye referencias numéricas hasta el mareo, hacemos nuestras propias cuentas:
c.1.- Número de palabras del artículo: 3801
c.2.- Número de palabras dedicadas a dar voz a la oposición a los proyectos mineros: 673
c.3.- Número de imágenes: 7
c.4.- Imágenes de los defensores de las minas mencionados en el texto: 2
c.5.- Imágenes de las personas contrarias a las minas mencionadas en el texto: 0
c.6.- Imágenes del impacto de la minería como exponente industrial y de empleo recreado en el texto: 2
c.7.- Imágenes de las balsas descritas en el texto: 1
Se pasa de refilón una vez más sobre un tema crucial: (12)
c.8.- Imágenes del impacto medioambiental de la minería sugerido en el texto: 0
c.9.- Imágenes del territorio afectado, descrito por momentos con licencias poéticas campo / montaña: 1
c.10.- Imágenes del territorio afectado, descrito por momentos con licencias poéticas campo / montaña / río / mar: 0
“estuario del Anllóns y, al fondo, Corme, de donde salen “los percebes más famosos de Galicia”.
c.11.- Imágenes relativas a las distintas movilizaciones en contra de los proyectos: 0
A medidados de mayo ya se había producido una importante concentración en Carballo (13) que serviría de preludio a la decisiva manifestación conjunta en Santiago de Compostela del 2 de junio, calificada por el propio diario de “abarrote contraminero” (14).
c.12.- Número de veces que aparece la palabra arsénico: 2
Aparición anecdótica, sin entrar en ninguna valoración de riesgo.
c.13.- Número de veces en que se citan los informes científicos del CSIC y la Universidad que denuncian los graves riesgos derivados de la movilización del arsénico como consecuencia de la actividad minera: 0 (15)
c.14.- Número de veces que aparece la palabra cianuro: 5
Resulta incluso reiterativa hasta la sospecha la defensa como “un material inocuo y de bajo impacto”, cuando todos los estudios especializados contradicen esta teoría (16), un consenso ampliamente reconocido desde la declaración de Berlín: (17)“Es un veneno compuesto. Es decir: es fácil eliminarlo. Con tratarlo, desaparece y se evapora. Se trabaja con él en un circuito cerrado. Hay una balsa a la que mandamos el agua que ha pasado por el proceso, pero antes ya lo hemos eliminado. No es tóxica, pero es industrial. No me la bebería. Pero no representa un peligro”.
Tan sólo en una de las cinco ocasiones se insinúa que pueda resultar una sustancia problemática gracias a una de las escasas citas textuales de alguien contrario a la megaminería que se permiten en el texto: “Baia Mare (Rumanía) en el que se vertieron en el año 2000 cerca de 100.000 metros cúbicos de aguas con cianuro.”
¿Cómo puede ser posible que tras recoger las palabras de José Valdés referentes al proyecto de Salave: “ ‘las empresas anteriores valoraron una mina a cielo abierto. Así heredamos el proyecto. Lo estudiamos y presentamos otro escenario para evitar una afección social y medioambiental: una explotación subterránea.’ La propuesta obtuvo una evaluación de impacto ambiental favorable en diciembre (salvo para la planta de tratamiento y el depósito de lodos y estériles); y aseguran que el proceso con cianuro lo harían ‘fuera de España’”no haya una reacción inmediata que lleve a cuestionar la supuesta inocuidad del veneno y se recoja una argumentación científica contraria que permita al lector, a la lectora formarse un criterio más ajustado a la realidad?
c.15.- Número de veces en las que se ejemplifica la minería como “oportunidad de empleo”: 3 (nueve líneas)
Aunque se quiera transmitir la imagen de alta tecnificación, “Cambia mucho a una de carbón. Esto es más de máquinas” lo cierto es que la tendencia mundial sobre los puestos de trabajo que generan este tipo de minas desmiente este punto: (18) En realidad y muy a pesar de “los trajes plateados de astronauta” y de que “la tecnología avanza y el factor precio ayuda”, nos seguimos encontrando con una industria vinculada a unos derechos laborales dignos de un “quirófano medieval”.
c.16.- Número de veces en las que se cuestiona la megaminería como salida a la crisis: 1 (una frase escasa) “¿Es esta la salida a la crisis, esquilmar recursos y destruir la economía local?”
(D) LA SIMPLIFICACIÓN DE LA CASUÍSTICA GALLEGA
Mientras se escribe sobre varios asentamientos mineros en Asturias, la problemática gallega se reduce a una única mina, cuando en realidad la de Corcoesto se destaca frecuentemente porque es el proyecto que sirve de punta de lanza del conflicto, aúnque están proyectadas otras minas en zonas cercanas a espacios protegidos (19) y por lo menos una, la de Serra da Groba (20) con un rendimiento minero superior y grave impacto en la zona de Gondomar, Baiona… (zonas turísticas de las Rías Baixas).
Se puede encontrar una referencia aproximada al número total de minas proyectadas en Galicia en los artículos de Praza Pública: “As ameazas mineiras de Galicia” (21), (22) “Galicia Potosí”o (23) “Minando o sur”
(E) LA FALACIA EN TORNO AL ORO
El texto reproduce de forma impecable la gran mentira mundial que se cierne en torno al oro. Sin embargo, es imposible no acabar contradiciéndose. Cediendo la voz a los representantes de la estafa, al principio del reportaje el oro se describe como un material: “duro, pero maleable. Permite cortar láminas finísimas. Se emplea en joyería, y todos los teléfonos móviles contienen oro. Se encuentra en miles de productos, en los contactos de las clavijas de alta fidelidad, en la tecnología aeroespacial, en medicina…”. Aunque se intente potenciar la necesidad del oro como material primordial para las nuevas tecnologías y otros aparatos “imprescindibles” de la vida moderna, el propio registro oficial del consorcio mundial del oro (24) recoge como tendencia predominante la del uso en joyería y fondos bancarios, uno de los vértices primordiales sobre el que se sustenta el negocio especulativo dentro del sistema capitalista.
Es este precisamente el argumento de peso que concluye el artículo. En palabras de Fimbres, “el único dinero que se inyecta en una economía viene de la industria extractiva; el resto es la misma moneda dando vueltas”.
¿En qué economía se inyectará finalmente este “dinero”? Si el oro es español pero las cesiones son extranjeras, ¿cuántas “vueltas” más nos darán en el engaño extractivo antes de que se permita visualizar el sinsentido que supone someterse a una destrucción total del medio y la economía sustentable en torno a él erigido a lo largo de los siglos para que el valor final del metal “fluctúe” al antojo interesado de los intermediarios? ¿Dónde acaba ese “dinero”? ¿Por qué debemos tolerar el abuso y el robo continuado? ¿Para que el sistema capitalista se regenere en beneficio de una ínfima minoría de la humanidad? ¿No hemos aprendido aún nada de esta crisis inducida? ¿Cuántas más nos harán falta?
Desde luego no parece argumento suficiente.
(F) LAS PERSONAS, LOS PESONAJES Y LAS CARICATURAS
Capítulo aparte en el reportaje merece el tratamiento y diferenciación drástica entre personas (habitantes capaces del siglo XXI, avanzados tecnologicamente, con principios y “cultura”, dignos de nombre, apellidos, edad, profesión y amplio discurso en primera persona) frente a los personajes (representantes desdibujados de una masa informe en la que agrupan interesadamente a las plataformas cívicas con derecho a nombre, apellidos y voz minorizada, posiblemente instalados aún el siglo XX) y las caricaturas (“humanoides” que llegan a perder por el camino el apellido, que se rigen por leyes de otros planetas ajenos al único y central, vinculados la mayor parte de las veces al mundo animal y dignos representantes del imaginario costumbrista prototipicamente decimonónico que maneja el autor, tal y como “se espera de él”).
Es la construcción y recreación deliberada del estereotipo lo que en ningún momento pasa desapercibido a los lectores, a las lectoras ajenos a la problemática del mundo minero consultados.
Las “personas” Ángel López, Celso Penche, Amancio López, Xosé Muíño, José Valdés, Tomás Rodríguez y Francisco Fimbres gozan de la total simpatía y atención por parte del redactor. A ellos pertenece en propiedad casi exclusiva la mayor parte del discurso. La autoridad de sus personalidades y cargos “jefe de la planta del complejo minero con traje plateado de astronauta”, “geólogo asesor de los canadienses que cita a Plinio y las especies de las especies del reino vegetal en latín”, “director logístico de la empresa”, “el ingeniero”, “el jefe de comunicación de Astur Gold”, “el director general de Kinbauri”, “el jefe de relevo” o, una vez más, “el jefe de planta vestido de astronauta” otorga pleno derecho argumentativo y organiza la estructura practicamente circular del texto que abre y cierra Ángel López enfundado en su traje futurista, con el “broche de oro autorizado” del mexicano Fimbres.
Sin embargo, el “nutrido grupo humano”, “las distintas asociaciones” aparecen practicamente desdibujadas y sin voz. Cuando no se trata de un “profesor jubilado” hay que sobreentender que se trata de agricultores o ganaderos (¿acaso no son estas profesiones suficientemente respetables para mencionarlas?). El caso de Moncho Varela, “periodista especializado en medio ambiente, originario de esta tierra, un día volvió a casa y descubrió que o bien organizaba un frente de oposición (la plataforma Salvemos Cabana) o se encontraría con una mina en la puerta” constituye la excepción a la regla. No se sabe si es su condición de periodista medio ambiental o de “hombre de mundo retornado” la que le confiere una posición intermedia suficiente como para que “cuando enciende su tableta” pueda aportar argumentos al discurso general dignos de ser tomados en consideración. Por lo demás, el movimiento gallego contrario a la minería se reduce a un conjunto de “líderes” que “se encuentran en Bruselas, denunciando la situación en el Parlamento Europeo”.
¿Cuál es el motivo que impide al periodista contactar a través de una llamada telefónica, skype, una videoconferencia, etc. con estos líderes? ¿Por qué se reduce el movimiento contra la megaminería a la plataforma de Corcoesto?
Como se puede apreciar en el vídeo correspondiente a la manifestación en Santiago de Compostela del 2 de junio, (25), en el vídeo de recogida de firmas “Salvemos Galicia” (26) o en el pormenorizado seguimiento al conflicto minero desarrollado por Praza Pública (27) “el nutrido grupo humano” lo configuran muchas personas de la extracción social más diversa (agricultores, ganaderos profesorado universitario, profesorado de enseñanzas medias de todas las especialidades, profesiones liberales, artistas, empresarios, estudiantado, grupos ecologistas, todos los grupos políticos de la oposición sin excepción, sindicatos, licenciados en paro con curriculos excelentes que preparan la vuelta al campo, etc.) con capacidad más que suficiente para ofrecer argumentos contudentes en contra de la minería. Por citar apenas unos nombres, Serafín González (CSIC), David Rubinos (USC) o Carmen Varela (Centro Nacional de Investigación contra el cáncer) hubiesen estado encantados de contar su propia versión de los hechos.
En cuanto al resto de personas consultadas, las integrantes de las “caricaturas”, resulta un tanto bochornoso a estas alturas comprobar que sus verdades y sus realidades se siguen utilizando como se ha venido haciendo desde hace siglos como elementos decorativos del trinomio“verzas robustas”, “vacas a las que se las tiene ley y cariño”,“gallego cerrado”con el se supone debe contrastar la desarrollada y plausible industria del oro. Por lo pronto, Manuel, el propietario de la vivienda y hórreo de Boinás pierde el apellido en este mismo texto antes de que cualquier empresa minera le pueda venir a arramplar toda la vida. A él, a sus leyes y a sus vacas.
(G) EL PREJUICIO LINGÜÍSTICO
El prejuicio lingüístico contra el gallego se va fraguando en el texto desde la primera referencia al “concejo” Cabana de Bergantiños. Sin llegar a cometer una incorrección lingüística (la RAE recoge esta voz como sinónimo de “ayuntamiento”) su empleo aquí no acaba de ser del todo apropiado desde un punto de vista estilístico dado que la denominación habitual en Galicia es “concello”, con amplia interferencia lingüística aún en la conversación en castellano, equivalente gallego del más asturiano “concejo”.
Si la descripción paisajística en Asturias permite la simpática inclusión del croar de las “ranucas” la connotación con todo aquello que suene a gallego es invariablemente negativa. A pesar del evidente prejuicio lingüístico con el que se describe a Asunción Amado, la hablante en “gallego cerrado”, su postura alcanza a ojos de un lector, de una lectora conocedora de la realidad gallega y de la problemática minera una incomparable expresividad. Ningún argumento de ningún especialista superará en elocuencia la negativa “en gallego cerrado” de Asunción Amado a vender su tierra. Por mucho que se comunique en ese gallego tan cerrado, por la boca de Amado llega a hablar en todos los idiomas dignos de ser tenidos en consideración esa indescifrable sabiduría de la resistencia de un número ingente de mujeres vinculadas a la tierra desde tiempos inmemoriales. Por hablar hasta saben hablar en perfecto castellano. Que se lo pregunten si no a Máxima Acuña de Chaupe en Cajamarca, Laguna Azul, Perú. (28)
Lástima que el poder nunca entienda ningún idioma que no le convenga.
Llegado el caso, por no entender no entiende ni el inglés que se hablá en Canadá.(29)
(H) CENSURA EN EL ÁMBITO MEDIÁTICO ESPAÑOL
Por todo lo expuesto consideramos a modo de conclusión que la directiva El País debería cuidar mucho más la elaboración de ciertos reportajes. La influencia de la redacción puede ser mucho más determinante de lo que se cree. Será demasiado exigirle a cualquier periodista por muy preparado, por muy preparada que esté una competencia excepcional en temas tan dispares como (30) el negocio de la sanidad privada, fotografía, la caza milenaria del atún, el baloncesto de élite o la megaminería del oro? ¿Cómo se protege cualquier periodista ante la más que posible intoxicación informativa en temas tan controvertidos como el de la megaminería en donde la manipulación y compra del discurso de la proyección de imagen está a la orden del día? Los tentáculos de compañías como Edgewater llegan mucho más allá del contraataque a través de la “financiación al equipo de fútbol local” y “la estampación de su logo en las camisetas”.
Lamentamos profundamente haber perdido una oportunidad inmejorable de tratar un tema muy controvertido en el que Galicia, España, el sur de Europa y la humanidad en su conjunto se juegan mucho. Demasiado. Que el tema se llegase a tratar con la profundidad que se merece en El País Semanal suponía una ocasión única para conseguir romper de una vez por todas la férrea censura impuesta por la prensa madrileña sobre el tema. Ocupados como están los medios por dar cobertura a la cacería interna entre los sectores de la derecha política del país y el derrumbe programado del estado del bienestar, van aparcando incomprensiblemente temas imprescindibles para tratar adecuadamente eso que se suele etiquetar como “actualidad”.
Si los proyectos mineros que se están desarrollando en territorio gallego se llegan a poner en marcha, la catástrofe medioambiental del Prestige será rapidamente superada. ¿Nos convertiremos llegado el momento en la actualidad considerada mediaticamente interesante? ¿A quién beneficia realmente esperar tanto?
Exhortamos a los responsables de edición de El País a que retomen adecuadamente el tema.
Aún estamos a tiempo.
ENLACES REFERIDOS EN EL TEXTO
1.- Reportaje EPS “El oro de España
2.- Artículo de Praza Pública “O plan mineiro da Xunta dá vía libre á explotación de calquera terreo en Galicia”
3.- Página oficial de la Dirección Xeral de Industria, Enerxía e Minas. Xunta de Galicia “Galicia é unha mina”
4.- Artículo Blog Ex-Voz “La Voz e a mina de Corcoesto: A familia que traballa unida… ¡gaña máis cartos!
5.- Blog oficial da “Plataforma pola Defensa de Corcoesto e Bergantiños”
6.- Artículo Economía Digital “La depreciación del oro lastra la capacidad financiera de Edgewater”.
7.- Artículo de El País Galicia “La multinacional de la mina de oro de Corcoesto se desploma en bolsa”.
8.- Artículo de La Voz de Galicia “Edgewater cree que dentro de un mes cumplirá los requisitos para Corcoesto”.
9.- Artículo de Faro de Vigo “Feijóo descarta la mina en Xinzo y la de Corcoesto deberá cumplir la ley”.
10.- Artículo de El País Galicia “La Xunta pide más garantías para aprobar la mina de Corcoesto”.
11.- Blog oficial de la plataforma conjunta en contra de la megaminería en Galicia ContraMINAcción
12.- Vídeo da conferencia por Serafín González Prieto sobre as problemáticas das balsas na mina de Corcoesto.
13.- Artículo de El País Galicia “Mil personas claman contra la mina de oro, “una herida que no cicatrizará”.
14.- Artículo de El País Galicia “Abarrote ‘contraminero’ en la Quintana”.
15.- Artículo de Praza Pública “Un informe de expertos eleva os riscos da mina de Corcoesto”.
16.- Artículo del Ecoportal.net “Cianuro: el veneno ‘perfecto’”.
17.- Entrada de la wikipedia “Declaración de Berlín. Cianuro”.
18.- Artículo de opinión La Jornada “México SA”.
19.- Artículo de El País Galicia “Una mina de plata, plomo y oro amenaza dos reservas de la biosfera”.
20.- Blog oficial de la plataforma SOS Serra da Groba.
21.- Artículo Praza Pública “As ameazas mineiras de Galicia”
22.- Artículo de opinión Praza Pública “Galicia Potosí”
23.- Artículo de opinión Praza Pública “Minando o sur”
24.- Página oficial del World Gold Council
25.- Vídeo manifestación contra a minaría salvaxe (Compostela 2 / 6 / 2013)
26.- Vídeo campaña Change.org “Salvemos Galicia”
27.- Página oficial del diario digital Praza Pública
28.- Vídeo Testimonio de Máxima Acuña contra la Minera Yanacocha
29.- Página Web MiningWatch Canada
30.- Relación de reportajes elaborados por Guillermo Abril para El País